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Patella ferruginea

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Ejemplar adulto de Patella ferruginea. Foto: I. Acevedo.
Ejemplar adulto de Patella ferruginea. Foto: I. Acevedo.
Ejemplar adulto de Patella ferruginea separado del sustrato, mostrando las partes blandas características de un gasterópodo. Foto: J. Guallart.
Ejemplar adulto de Patella ferruginea separado del sustrato, mostrando las partes blandas características de un gasterópodo. Foto: J. Guallart.
Imagen de ejemplares de 3 especies de lapas que coexisten en el piso mesolitoral del mar de Alborán: a la izquierda Patella caerulea, en el centro Patella ferruginea y a la derecha Patella rustica. El ejemplar de Patella ferruginea es un adulto de pequeño tamaño, en torno a 40 mm de diámetro máximo de concha. Foto: J. Guallart.
Imagen de ejemplares de 3 especies de lapas que coexisten en el piso mesolitoral del mar de Alborán: a la izquierda Patella caerulea, en el centro Patella ferruginea y a la derecha Patella rustica. El ejemplar de Patella ferruginea es un adulto de pequeño tamaño, en torno a 40 mm de diámetro máximo de concha. Foto: J. Guallart.
Ejemplar adulto de Patella ferruginea portando un juvenil sobre su concha. Es bastante común que algunos juveniles se localicen sobre la concha de los adultos, lo cual no implica que se hayan fijado originalmente sobre ésta. Foto: J. Guallart.
Ejemplar adulto de Patella ferruginea portando un juvenil sobre su concha. Es bastante común que algunos juveniles se localicen sobre la concha de los adultos, lo cual no implica que se hayan fijado originalmente sobre ésta. Foto: J. Guallart.
Grupo de ejemplares de Patella ferruginea en el piso mesolitoral superior, su hábitat natural, en las islas Chafarinas. Nótese la elevada densidad de ejemplares, que supera los 10 ejemplares por metro lineal de costa en numerosos enclaves de este archipiélago. Foto: J. Guallart.
Grupo de ejemplares de Patella ferruginea en el piso mesolitoral superior, su hábitat natural, en las islas Chafarinas. Nótese la elevada densidad de ejemplares, que supera los 10 ejemplares por metro lineal de costa en numerosos enclaves de este archipiélago. Foto: J. Guallart.
Ejemplares de Patella ferruginea desplazándose sobre las rocas del litoral con fines tróficos. Esta actividad la realizan generalmente cuando el oleaje bate la costa y con marea alta. Foto: J. Guallart.
Ejemplares de Patella ferruginea desplazándose sobre las rocas del litoral con fines tróficos. Esta actividad la realizan generalmente cuando el oleaje bate la costa y con marea alta. Foto: J. Guallart.
Ejemplar juvenil de Patella ferruginea de aprox. 25 mm de talla, en las islas Chafarinas. Se observa la morfología característica de su concha, con un contorno estrellado y un patrón concéntrico de bandas claras y oscuras. Foto: J. Guallart.
Ejemplar juvenil de Patella ferruginea de aprox. 25 mm de talla, en las islas Chafarinas. Se observa la morfología característica de su concha, con un contorno estrellado y un patrón concéntrico de bandas claras y oscuras. Foto: J. Guallart.
Ejemplar adulto de Patella ferruginea fotografiado en las islas Chafarinas en julio de 2011, junto con numerosos juveniles o reclutas –uno de ellos se ha destacado con un círculo rojo– adheridos a su concha y al sustrato rocoso, los cuales ponen de manifiesto la alta tasa de reclutamiento detectada ese año. Foto: J. Guallart.
Ejemplar adulto de Patella ferruginea fotografiado en las islas Chafarinas en julio de 2011, junto con numerosos juveniles o reclutas –uno de ellos se ha destacado con un círculo rojo– adheridos a su concha y al sustrato rocoso, los cuales ponen de manifiesto la alta tasa de reclutamiento detectada ese año. Foto: J. Guallart.
Miembros del equipo (de izquierda a derecha, M. Calvo, I. Acevedo y J. Guallart) realizando trabajos de campo al sur de la isla de Congreso, en las islas Chafarinas. Foto: I. Busturia.
Miembros del equipo (de izquierda a derecha, M. Calvo, I. Acevedo y J. Guallart) realizando trabajos de campo al sur de la isla de Congreso, en las islas Chafarinas. Foto: I. Busturia.
Ejemplar adulto marcado para su seguimiento, en las islas Chafarinas. Foto: J. Guallart.
Ejemplar adulto marcado para su seguimiento, en las islas Chafarinas. Foto: J. Guallart.
Preparación para la instalación de colectores flotantes en las islas Chafarinas. Foto. P. Martín.
Preparación para la instalación de colectores flotantes en las islas Chafarinas. Foto. P. Martín.
Colectores flotantes ensayados para la captación natural de juveniles de Patella ferruginea en las islas Chafarinas. Foto: P. Martín.
Colectores flotantes ensayados para la captación natural de juveniles de Patella ferruginea en las islas Chafarinas. Foto: P. Martín.
Juveniles de dos especies de lapa (destacados con un círculo rojo, dos ejemplares de Patella ferruginea; en el centro de la imagen, uno de P. rustica) fijados en los colectores flotantes instalados en las islas Chafarinas. Foto: I. Acevedo.
Juveniles de dos especies de lapa (destacados con un círculo rojo, dos ejemplares de Patella ferruginea; en el centro de la imagen, uno de P. rustica) fijados en los colectores flotantes instalados en las islas Chafarinas. Foto: I. Acevedo.
Adultos de Patella ferruginea estabulados en tanques del IRTA. Nótese las marcas que dejan sobre el “verdín” que recubre las paredes del tanque, del cual se alimentan. Foto: J. Guallart.
Adultos de Patella ferruginea estabulados en tanques del IRTA. Nótese las marcas que dejan sobre el “verdín” que recubre las paredes del tanque, del cual se alimentan. Foto: J. Guallart.
Miembros del equipo (de izquierda a derecha, J.B. Peña, J. Guallart y J. Pérez-Larruscaín) trabajando en los cultivos de P. ferruginea en el IATS. Foto: J. Guallart.
Miembros del equipo (de izquierda a derecha, J.B. Peña, J. Guallart y J. Pérez-Larruscaín) trabajando en los cultivos de Patella ferruginea en el IATS. Foto: J. Guallart.
Sexado de un adulto de Patella ferruginea mediante la realización de una biopsia (extracción de una pequeña muestra de tejido de la gónada mediante una punción). En este caso el color anaranjado de lo obtenido ya indica que se trata de una hembra. Foto: I. Acevedo.
Sexado de un adulto de Patella ferruginea mediante la realización de una biopsia (extracción de una pequeña muestra de tejido de la gónada mediante una punción). En este caso el color anaranjado de lo obtenido ya indica que se trata de una hembra. Foto: I. Acevedo.
Adulto de Patella ferruginea, visto a través de las paredes transparentes de un tanque de cultivo en el IATS. Foto: J. Guallart.
Adulto de Patella ferruginea, visto a través de las paredes transparentes de un tanque de cultivo en el IATS. Foto: J. Guallart.
Ovocito de P. ferruginea en el momento de ser fecundado por un espermatozoide (izquierda) en condiciones de laboratorio. Foto: J. Guallart.
Ovocito de Patella ferruginea en el momento de ser fecundado por un espermatozoide (izquierda) en condiciones de laboratorio. Foto: J. Guallart.
Embrión de P. ferruginea en fase de 4 blastómeros, durante unos de los ensayos de reproducción controlada. Foto: J. Guallart.
Embrión de Patella ferruginea en fase de 4 blastómeros, durante unos de los ensayos de reproducción controlada. Foto: J. Guallart.
Larva trocófora de P. ferruginea, estadio que se alcanza tras unas 14 horas después de la fecundación. Foto: J. Guallart.
Larva trocófora de Patella ferruginea, estadio que se alcanza tras unas 14 horas después de la fecundación. Foto: J. Guallart.
Grupo de larvas pedivelígeres, nadadoras, unas 48 horas tras la fecundación. Nótese la presencia de una protoconcha bien desarrollada y la capacidad de las larvas de retraerse dentro de ella. Foto: J. Guallart.
Grupo de larvas pedivelígeres, nadadoras, unas 48 horas tras la fecundación. Nótese la presencia de una protoconcha bien desarrollada y la capacidad de las larvas de retraerse dentro de ella. Foto: J. Guallart.
Postalarva reptante de P. ferruginea, de una edad de 14 días. Nótese que a partir de los márgenes de la protoconcha ha comenzado a crecer la teloconcha, que dará lugar a la futura concha de la lapa adulta. Ya se observan los tentáculos cefálicos (“cuernecillos”), los ojos y el aparato bucal bien desarrollado. Foto: J. Guallart.
Postalarva reptante de Patella ferruginea, de una edad de 14 días. Nótese que a partir de los márgenes de la protoconcha ha comenzado a crecer la teloconcha, que dará lugar a la futura concha de la lapa adulta. Ya se observan los tentáculos cefálicos (“cuernecillos”), los ojos y el aparato bucal bien desarrollado. Foto: J. Guallart.
Grupo de juveniles de P. ferruginea obtenidos mediante técnicas de reproducción controlada. Presentan una talla entre 1,5 y 3 mm de diámetro de concha y una edad de unos 5 meses. Foto J.B. Peña.
Grupo de juveniles de Patella ferruginea obtenidos mediante técnicas de reproducción controlada. Presentan una talla entre 1,5 y 3 mm de diámetro de concha y una edad de unos 5 meses. Foto J.B. Peña.
Juvenil de P. ferruginea obtenido en condiciones de laboratorio, con una talla de 2,8 mm de diámetro de concha y una edad de unos 5 meses. Foto J. Guallart.
Juvenil de Patella ferruginea obtenido en condiciones de laboratorio, con una talla de 2,8 mm de diámetro de concha y una edad de unos 5 meses. Foto J. Guallart.
Juvenil de P. ferruginea obtenido mediante reproducción controlada, en visión ventral. La talla de la concha de 2.6 mm y su edad de unos 5 meses. Foto: J. Guallart.
Juvenil de Patella ferruginea obtenido mediante reproducción controlada, en visión ventral. La talla de la concha de 2.6 mm y su edad de unos 5 meses. Foto: J. Guallart.
Juvenil de P. ferruginea obtenido mediante reproducción controlada poco después de cumplir su primer año de edad, momento en que alcanzaba la talla de 30 mm. Foto: J. Guallart.
Juvenil de Patella ferruginea obtenido mediante reproducción controlada poco después de cumplir su primer año de edad, momento en que alcanzaba la talla de 30 mm. Foto: J. Guallart.
Ejemplar adulto de Patella ferruginea. Foto: J. Guallart.
Ejemplar adulto de Patella ferruginea. Foto: J. Guallart.
Ejemplar adulto de Patella ferruginea. Foto: I. Acevedo.
Ejemplar adulto de Patella ferruginea. Foto: I. Acevedo.
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