La mayor parte de estos trabajos se han realizado en el IRTA y el IATS, aunque algunas experiencias se han realizado en las islas Chafarinas. El trabajo en estos dos centros ha implicado que las técnicas a desarrollar suponían al menos tres aspectos generales distintos:
Trasladar ejemplares desde las islas Chafarinas a estos centros
Adaptar los ejemplares a las condiciones de cautividad
Realizar las experiencias de reproducción controlada
Transporte
Adultos de Patella ferruginea estabulados en tanques del IRTA. Nótense las marcas que dejan sobre el “verdín” que recubre las paredes del tanque, del cual se alimentan. Foto: J. Guallart.
El traslado de ejemplares entre las islas Chafarinas y el IRTA e IATS, se ha llevado a cabo en varias ocasiones, tanto para adultos reproductores (para ensayos de reproducción) como para reclutas (para intentar desarrollar técnicas para su mantenimiento y crecimiento en laboratorio). Se han aprovechado los transportes de personal en el barco de Parque Nacionales desde las Chafarinas a Melilla y posteriormente el traslado en vuelo comercial hasta Valencia. En cada traslado, los ejemplares han estado menos de 24 horas fuera de los acuarios.
El transporte se ha realizado en contenedores con temperatura y humedad controladas.
En general la supervivencia de ejemplares al transporte, tanto de adultos reproductores como de reclutas, ha sido muy elevada en todas las experiencias que se han llevado a cabo.
Miembros del equipo (de izquierda a derecha, J.B. Peña, J. Guallart y J. Pérez-Larruscaín) trabajando en los cultivos de P. ferruginea en el IATS. Foto: J. Guallart.
Adaptación de los ejemplares a condiciones de laboratorio (cautividad)
El hábitat natural de la especie (el piso mesolitoral superior, en la interfase entre el medio sumergido y el emergido) y su forma de alimentación (ramoneando las algas incrustantes que halla sobre las rocas) condiciona la metodología necesaria para el mantenimiento de ejemplares en acuarios o tanques de cultivo.
Los ejemplares se han colocado por lo tanto en tanques de cultivo en los que se han ensayado varios sistemas que simulan tanto las mareas (variación periódica del nivel del agua en los tanques) como el oleaje (movimiento en la superficie del agua).
Para proporcionarles alimento se han empleado estrategias para promover el crecimiento de biofilm de algas y cianobacterias sobre las paredes de los tanques de cultivo o sobre láminas colocadas en su interior.
Las metodologías empleadas han proporcionado resultados positivos. Se ha podido observar y obtener imágenes de ejemplares alimentándose activamente, así como de las marcas que dejan sobre estos biofilm tras alimentarse.
Se están realizando estudios de la tasa de crecimiento de los ejemplares en cautividad. Pruebas de la adaptación a este entorno controlado son el crecimiento de los ejemplares, que algunos juveniles hayan alcanzado la madurez sexual, o la maduración anual de las gónadas de ejemplares adultos. En uno de los ejemplares además se ha observado entre años el cambio de sexo de macho a hembra, algo habitual en la especie en el medio natural pero que nunca había sido observado en condiciones de laboratorio.
Reproducción controlada
Ovocito de P. ferruginea en el momento de ser fecundado por un espermatozoide (izquierda) en condiciones de laboratorio. Foto: J. Guallart.
Los ensayos de inducción a la freza en condiciones de laboratorio, para la obtención de gametos, no han dado todavía buenos resultados.
Por este motivo, los ensayos de fecundación se han realizado sobre todo extrayendo los gametos directamente de ejemplares reproductivamente maduros. Esta técnica implica el sacrificio de algunas hembras para extraer los ovocitos. En el caso de los machos, pequeñas muestras de esperma son suficientes para llevar a cabo las fecundaciones, que pueden obtenerse mediante una punción con una jeringuilla en la gónada, sin que esto suponga un daño aparente para los ejemplares.
Hasta el momento, se han podido realizar diversos ensayos de fecundación en condiciones controladas. La principal limitación es que el ciclo reproductor de la especie es muy restringido y estos ensayos únicamente se pueden realizar en un periodo muy corto (apenas unas semanas) cada año.
A pesar de esto, se ha procurado realizar estas fecundaciones bajo diferentes condiciones ambientales, con el fin de evaluar cuáles serían las técnicas que proporcionan mejores resultados.
Los trabajos realizados han permitido obtener por primera vez imágenes de todo el desarrollo larvario de la especie, desde el momento en que el espermatozoide alcanza a fecundar al ovocito hasta las postlarvas, recién fijadas y reptando sobre el sustrato, tras sufrir la metamorfosis.
Asimismo se han conseguido juveniles, algunos de los cuales han superado el año de edad en las instalaciones del IATS-CSIC. Se supone que las lapas ferrugíneas alcanzan la madurez sexual al final de su segundo año de vida. Si llegaran a alcanzar la madurez sexual en los acuarios tras cumplir esta edad, se podría decir que se ha logrado “cerrar el ciclo” de lapa ferrugínea en cautividad.